Cuando se trata de poda de árboles, hay varias cosas a considerar. Una de ellas es el árbol en particular y el momento adecuado para realizar la poda. En el caso del nogal, hay ciertas reglas generales a seguir para asegurar que la poda se realice de forma segura y efectiva.

La poda de los nogales debe realizarse en los meses de invierno, cuando el árbol está en estado de reposo. Esto se debe a que en esta época el árbol tiene menos probabilidades de sufrir algún daño durante el proceso. Además, la poda en invierno permite que el árbol se recupere más rápidamente y tenga una buena apariencia.

Es importante tener en cuenta que los nogales son árboles muy estables y resistentes, por lo que no requieren una poda excesiva. La poda debe centrarse en eliminar ramas muertas, dañadas o enfermas para mejorar la salud del árbol. La eliminación de ramas más grandes debe hacerse con cuidado, ya que puede afectar el crecimiento del árbol.

También es importante recordar que los nogales son muy resistentes a la sequía, por lo que el exceso de riego puede ser perjudicial para el árbol. Por lo tanto, se recomienda no regar demasiado el árbol después de la poda para evitar dañar las raíces.

En conclusión, la poda de los nogales debe realizarse en los meses de invierno, cuando el árbol está en estado de reposo. La poda debe centrarse en eliminar ramas muertas, dañadas o enfermas para mejorar la salud del árbol. Además, es importante recordar que los nogales son muy resistentes a la sequía, por lo que el exceso de riego puede ser perjudicial para el árbol.

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